Prahlad Jani, más conocido como Mataji, un ciudadano indio que asegura que ha pasado los últimos 74 de sus 82 años de vida sin comer ni beber, está siendo estudiado por el departamento científico del Ministerio de Defensa indio con el fin de determinar si tiene cualidades especiales y ver si de algún modo podrían aplicarse a otras personas en situaciones extremas.
El hombre se encuentra ya bajo observación durante un periodo de quince días por parte de expertos del Instituto de Psicolocía y Ciencia Aliada de Defensa (DIPAS) – , que quieren averiguar si su caso puede aplicarse a otras personas. La observación está teniendo lugar en el hospital Sterling, en Ahmedabad, en Gujarat, donde ya se estudió su caso en 2003 y se llegó a la conclusión de que realmente puede vivir ‘del aire’.
«Jani ya fue sometido a diez días de examen en el hospital en 2003 y el neurofísico Sudhir Shah y su equipo certificaron que Jani realmente vivía sin comer ni beber. Además, tampoco orinaba ni hacía deposición», recordó el director del DIPAS, G. Ilavazhagan. Normalmente se estima que las personas pueden sobrevivir sólo tres o cuatro días sin beber y alguna semana sin comer.
¿Un bendecido?
Jani asegura haber sido bendecido por la naturaleza a los 8 años y desde entonces no haber ingerido alimentos ni bebido agua porque tiene un agujero en su paladar, por donde, según él, se filtran gotas de agua.
Según Ilavazhagan, al Ministerio de Defensa le interesa el caso de Jani porque «hay soldados en zonas fronterizas donde los alimentos y el agua no están fácilmente disponibles». «Queremos determinar la fuente de energía de Jani y si ésta puede transferirse a los soldados o ser utilizada por ellos de alguna manera, sería muy beneficioso», añadió.
«Podría ayudar a elaborar estrategias para la supervivencia durante desastres naturales, condiciones extremas y exploraciones extraterrestres como las futuras misiones a la Luna y Marte», explicó el responsable indio, citado por la prensa local, asegurando que si llega a alguna conclusión clara «lo anunciaremos al mundo».
«Jani dice que medita para conseguir energía. Nuestros soldados no serán capaces de meditar, pero aún con todo podríamos averiguar más sobre el hombre y su cuerpo», reconoció.
Tiene un cerebro de un joven de 25 años
Por su parte, el doctor Shah explicó que se someterá al anciano a distintas pruebas como «ecocardiogramas, análisis de sangre y orina» además de observar su actividad cerebral. Según indicó, cuando se hicieron las primeras pruebas se llegó a la conclusión de que el desarrollo del cerebro de Jani correspondía al de una persona de 25 años, por lo que ahora quieren ver si ha envejecido en este tiempo.
El facultativo relató que cuando se realizaron las otras pruebas en 2003, Jani consiguió reducir la orina de su vejiga de 120 mililitros a 50 como se le había pedido «sin expulsarla». «Por la noche, le pedimos que lo redujera a cero y, en el tiempo estipulado, no había ni una gota de orina en su vejiga», añadió, subrayando que «los humanos tienen que expulsar la orina para sobrevivir, si no lo hacen sus riñones fallan».