
Y otra vez vuelve al concesionario y se lo cambian por otro, que tambien le explota al ir a 250Km/h por la autopista. En el concesionario, el vendedor le pregunta que que hace con los coches, a lo que el rico contesta:
– Mire, yo voy por la autopista, y pongo la primera marcha, luego cambio a la segunda, tercera cuarta y quinta. Por último pongo la marcha «R» de «Rapidisima»