Se trata de un cerdo Chino que nació con una anomalía en sus patas traseras, careciendo de éstas. Su dueño pensó en sacrificarlo pero finalmente lo dejó vivir y ahora el animalito pesa 30kg y se ha convertido en una celebridad local. Cómo podéis ver en las imágenes ha aprendido a caminar con sus patas delanteras, está sano y es un juguetón.