Es una cámara oculta para darle promoción a la película en La maldición de Chucky.
En Brasil en una parada de ómnibus, junto a un cartel que promociona la película. De repente, se escuchan ruidos y las luces parpadean creando un poco de incertidumbre cuando el actor disfrazado de Chucky con un cuchillo en la mano rompe el cartel y persigue a sus víctimas que corren de terror y hasta los perros se llevan un tremendo susto.