Un hombre va a la comisaría a denunciar la desaparición de su esposa:
– ¿y desde cuando falta en su domicilio? Pregunta un agente.
– Pues desde hace unas cuatro semanas…
– ¡Un mes!, ¿y porqué no ha venido antes usted?
– Verá, es que he tenido tan mala suerte siempre en la vida que no acababa de creermelo.