
Fundado hace más de 1,400 años, este templo es único, no solamente por su construcción a plomo con el precipicio, sino porque encierra elementos budistas, taoístas y confucionistas. El Monasterio Suspendido, construído en el año 491, ha sobrevivido más de siglo y medio gracias a las reconstrucciones y restauraciones durante las dinastías Ming. El lugar de la contrucción respeta un principio fundamental del taoísmo:ningún ruido, ni canto de gallo, ni ladrido.






























