La señora Donovan caminaba por la calle O’connell de Dublín cuando se cruzó con el padre Rafferty.
El padre le dijo:
– ‘Muy buenos días, ¿no es usted la Sra. Donovan a quien casé hace dos años’?
Ella contestó:
– ‘ Efectivamente padre, soy yo’.
El sacerdote preguntó:
– ‘¿ No han tenido niños aun?’
Ella respondió:
– ‘No padre, aun no’
El padre dijo:
– ‘Bueno, la semana próxima viajo a Roma, así que, si quiere, encenderé una vela por usted y su esposo’.
La Sra Donovan contesto:
– ‘Oh padre, muchas gracias, le estaremos muy agradecidos’ y ambos siguieron su camino.
Años más tarde se encontraron nuevamente. El sacerdote preguntó:
– ‘Bueno, Sra. Donovan, ¿como se encuentra usted ahora?’.
Ella contestó:
– ‘Muy bien, padre’
El cura preguntó:
– ‘Por favor, dígame, ¿han tenido niños ya?’
Ella respondió:
– ‘Oh si padre, 3 pares de mellizos y 4 criaturas mas. En total 10’
El padre dijo:
– ‘¡Bendito sea el Señor!. ¡Que maravilla! ¿Y dónde está su amante esposo?’
Ella contestó:
– ‘Camino de Roma, a ver si puede apagar la puta vela’