La bravura de los toros aumenta cuando la gente les busca para que los persiga, lo cierto es que la adrenalina se dispara tanto en el animal como en los participantes que logran tener un acercamiento de contacto, los sustos se dejan sentir cuando se esta en esa situación, tanto del espectador como de quien es alcanzado, pero eso si la diversión que genera es atractiva para los participantes