Vaclav Klaus, presidente de la República Checa, abre la caja de la lujosa pluma, la mete primero debajo de la mesa y de allí la pasa aparentemente de un bolsillo a otro en presencia de su homólogo chileno, Sebastián Piñera. El portavoz presidencial, Radim Ochvat, ha salido al paso de las críticas tras al señalar que se trataba de un presente, y que no ha existido ningún hurto.