Tratándose de chimpancés, vemos aquí un caso que muy bien pudo haber terminado en tragedia, la suerte de estos soldados estuvo de su lado, en presencia de varios de ellos, estaban en descanso, cuando uno de estos hombres armados para pasar el rato agradable le presta su ametralladora al chango, por lo que este a diestra y siniestra echa a corres a estos señores, por buenas que solo pasan a plano de la risa