Esto es un violinista de paseo por África y se pierde. De repente se encuentra con un león. El violinista se acuerda de que dicen que la música calma a los animales, entonces empieza a tocar su violín mientras que van llegando más leones, que se empiezan a sentar alrededor del violinista. El violinista comienza a pensar: «Dios mío, nunca pense que este violin me pudiera salvar la vida».
En eso que un león sale de los arbustos, aparta de un empujón a los leones que estaban sentados, se tira sobre el violinista y se lo come.Y un león le dice al otro:
– «Mierda, ya sabía yo que el sordo nos iba a joder el concierto»