Oskar es un gatito ciego de nacimiento, que fue adoptado por una familia a la que no le importa su problema físico y está dispuesta a cuidarlo. Aquí lo podemos ver con sus primeros juguetes, disfrutando cómo si tuviera todas sus facultades intactas. Hay que decir que las pelotas tienen un pequeño cascabel dentro para que Oskar las pueda oir.