Llega el marido borracho a casa a las 3 de la mañana y según entra se dirige al salón. De pronto ve que el reloj va a tocar las campanadas indicando que son las 3 y decide imitar el sonido de éstas hasta las doce para que su mujer pensara que había llegado pronto.
A la mañana siguiente su esposa le dice:
– Cariño, creo que es hora de que compremos un reloj de pared nuevo.