Iba Patxi, de Bilbao, paseando por Madrid, y cuando pasa por la Torre Picasso, hay un incendio enorme en el piso 42, los ascensores bloqueados, las escaleras también, y la gente en la azotea gritando:
– !Vamos a morir!».
Patxi les grita:
– Oyes, tranquilos joer, tiraros que yo os cojo, pues.
Y los de arriba:
– Ese tío esta loco… ¿cómo nos va a coger?
Y uno de ellos dice:
– Pues yo me tiro, me da igual morir quemado que estampado contra el suelo.
Y le hace una seña a Patxi y se tira. Patxi, POR SUPUESTO, le coge y le deja en el suelo intacto. La gente lo ve y se empieza a tirar, y Patxi los va cogiendo. De pronto se tira un negro y Patxi se queda mirando y no lo coge. El negro se queda convertido en un sello de Correos contra la acera, y Patxi dice:
– !Ostia, que digo que si dejáis de tirarme los quemados, pues que acabaremos antes!